miércoles, 3 de noviembre de 2010

Abrazándome

Sabio es, que cuando uno ha llegado a la cima, eche un vistazo para desde arriba verlo todo.
Desde ese punto es donde está la claridad, donde ves cada detalle, donde las impresiones han sido refutadas.
Desde ahí, es donde sintiendo el aire en tu cuerpo, sintiendo la vida, sientiéndote, alzarás la beta.
Cuando está eche a volar, verás como sólo era algo ínfimo, algo que te mantenía sombrío.
Tras su vuelo irá llegando mejor la luz a tus ojos, habrás alcanzado el seno.
Entonces, verás que a tu paso crecen flores, ya no deberás buscarlas por el mundo. No tendrás que recoger la miel de los árboles, pues en tus actos nacerá el acre...

Aquí recojo algunos mandatos para crecer:

No deberás pulimentar tu magnificencia pues de lo sacio nació el hombre.
No recogerás amargura alguna, pues para eso existen las piedras.
No afligirás daño a compás de tu paso, pues de la testa, sale el ver.
No admitirás precepciones, pues solo tú sabes tu presunción.
No segarás las capacidades ajenas, pues debes prescindir.
No remitirás tus actos, pues las riendas se toman por las manos.
No saciarás tus penas con vehemencia.
No aludirás sin trecho.
No temerás a sabiendas.
No derramarás haciendas sobre ríos sin aberrar.
No deslucirás los genes.
No afianzarás recursos sin ser en sendos.
No abolirás tus débitos.
No renunciarás a tu perfección.
No desearás tragedias con o sin mensura.
No acerarás la miseria.
No remendarás tu falta.
No derogarás lo tácito.
No enfrentarás a cuadros, pues el caleo sale del mismo Sol.
No disociarás lo eterno.
No aclamarás, pues eres tu único sabio.
No negarás la evidencia.
No atribuirás tus sepultos a otros.
No serás tus actos, sí tus semillas.
No dubitarás, pues solo tu conoces tu meta.


Con obra, se difunde pero solo con dos se atiende.
Gracias te amo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario