viernes, 12 de noviembre de 2010

Afinidad

"Es que para saber lo que es una pareja, primero hay que saber quién es uno..."

 Conforme vivimos vamos encontrando personas con las que nos permitimos compartir vivencias. Esas personas, a menudo, reciben toda nuestra atención, están como objeto único en nuestras mentes, al menos durante un tiempo. Cuando hemos decidido con certeza el acequio, entonces nos dejamos llevar.
Vemos y miramos y entonces comparamos. Decimos y ponemos nombre, calificamos como si de un cocurso se tratase y seleccionamos. Comparamos tanto lo nuestro, como lo nuestro con lo ajeno.
No juzguez no compares, el tiempo es sólo una unidad de medida, no tiene realeza, lo único real es el sentimiento. Y eso para cada uno es diferente. En cada persona tanto la profundidad y la entrega como la animadversión, es distinta. No es más real la relación de tu mejor amiga con su novio, porque lleven dos años que la tuya porque le conozcas hace dos semanas.

Si eliges a esa persona, no creas que nada está escrito por eso crea,  pensarás que es una decisión más o menos acertada, pero, !eso no lo sabemos ni tú ni yo!
Todos analizamos a través de nuestra observación, pero date cuenta que cada par de ojos ven el mundo diferente.
No trates de averiguar que necesita él, trata de averiguar que necesitas tú, y encuéntralo, así como unas plantas necesitan menos agua que otras, así, somos las personas.
No intentes que tu pareja compense tus faltas, remedie tus errores o te salve del mundo y de los problemas.
Él/ella sólo debe estar ahí para acompañar, para ser un fiel compartidor de tu vida, de tu amor y de tus logros. 
No plantees tu relación desde un punto de vista general, o fijado, no tienes por qué, es más, no tienes por qué ser como el resto. Lo único que tienes que tener claro es, ¿qué quieres? y ¿con quién quieres compartirlo?
Si estás ya emparejado y ves en él/ ella obstinación o diferencia, no le critiques, tampoco le presiones, sólo muéstrale tu punto de vista ante las cosas.
Debes compartir; pero no olvidarte nunca de cultivarte, por lo tanto, no busques fuera lo que no ves dentro; pues porque cuando uno se siente vacío necesita más y más para llenarse, entonces cada vez irá necesitando más y más, sin darse cuenta que realmente el otro no es más, sólo es.

Quizás tu pareja no esté por dónde tú estás ahora, pero; ¿verdad que tuviste que pasar para aprender?

Déjale caminar, los años no van conforme al aprendizaje o (madurez), es sencillo. Imagina que somos todos compañeros de colegio, estamos ante una lección, sentados todos frente a la pizarra, ( la vida).¿Ves? Unos aprenden la lección antes, otros más tarde, otros, quizás, se pasen la vida entera repitiendo las mismas tareas sin aprender qué hay tras ellas; pero por más que insistas, sólo podrás intentar explicarle lo que tú ya has aprendido, sólo podrás mostrarle tu punto de vista, nunca hacerle entender, porque entender entiende uno por sí mismo. Por ello, explícale cúal es el camino de la verdad, que es uno sólo, el amor; pero es más, que no se trate de un negociación, que sea más bien una explicación.

Cuando las relaciones empiezan a decaer, entonces surge el miedo, se intentan buscar nuevas conexiones, ése es el problema de las personas, pues las nuevas conexiones no son reforzantes de la pareja.


Cuando dos, sienten que se está apagando el fuego, que no tienen la misma conexion que antes, no deben buscar nuevas conexiones; es todo lo contrario, se trata de conectar los dos, nuevamente ¿cómo se hace?, estando solos los dos, mirando hacia adentro tanto uno mismo, como en dos. No existen diversiones o pasatiempos, eso sólo sirve para distraer las mentes y olvidar, la causa y la realidad es una y esa sólo se ve ante dos.





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