Y se acerca el fin del mandato divino, de la propugna. No hagas oídos sordos a la llamada de la pugna, los cielos están en guerra y la tierra también. Sino cumples tu cometido los muertos se alzarán y las sombras se harán. Deben seguir el rumbo, deben llegar, si no, teme porque almas en desgracia llenarán de desgracia lo invisible para hacerlo visible.
Nosotros no podemos alzar el rumbo, ni aquí ni allá, siempre decidiís vosotros, es ley. Ayúdales a entender para que caminen, eres humano, pero medio, por eso usa la parte de allá para tratar y la de aquí para ayudar.
No dejes que las sombras te apaguen, apaguen tu luz mírate en un espejo y comprende, lo que ahora oyes no es real, se valen del miedo para crecer. Ellas alimentan tu miedo y con él crecen, ordénales marchar y vuelve a ver y a oír lo entendible. Brilla como brilla el Sol cada mañana y alumbra a tu paso.
Cree ahora más que nunca y ayuda, ayuda para que no sean engañados y arrastrados a donde no deben ir, tu eres luz, eres medio, y eres.
Gabriel.
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