lunes, 16 de abril de 2012

Las flores crecen a ambos lados del jardín. Debes decidir donde regarás para perpetuar su crecimiento. Unas requieren el agua del adviento, las otras del sufrimiento. Tu corazón es libre de elegir que agua depositará. Sabiendo pues que las confluencias son varias y todo llega a todo. Establece con rigor tu camino y síguelo, pues si te adentras en varios lo que recorrerás será mucho, pero el sufrimiento será grande también. Sigue tu crecimiento, aprendes a escuchar a tu alma. Miodoro.

lunes, 9 de abril de 2012

Habiendo hecho todo en mis manos, he requerido la presencia de tu ser. Inmensidad en la luz, inmensidad en oración, inmensidad en emanaciones, oramos.
 Círculo visiástico, décima revelación, lo que pocos conocen.
 Trofeo inmerso cerca de los acuares.
Uno puede ceder el tiempo necesario, mas tú nunca cediste, sabías con que moneda se recibe el cambio y elegiste. Habiendo recibido, son honorarios, como lo esperado, ayudando.
Vaticinios llegan, es luz, emanaciones diáticas.
 No habrán luchas habrán reverencias y así será el cambio.
 Usa tu razón para comprender, son ojos, usa el dinamo para mover son manos, y usa la presencia para ser, es luz. 
Mis dádivas son en ti, Astar.

viernes, 16 de marzo de 2012

Y me sentía cansado y me retumbé a descansar. Y él me miró y saco unas hojas que llevaba en su pecho. Cantando e implorando a los dioses, las masticó. Mirándome sonrió. Eran hojas de coca, eso aseguraría poder a mi espíritu puedes solos los sabios pueden acceder a su corazón. Si un corazón duro intentara tomarla su alma enfermaría y su mente enloquecería.

lunes, 12 de marzo de 2012

Coronas

Y me desperté en la mañana sintiendo fuego en mi cabeza. De ella manaba luz ardiente que procedía del corazón y de la misma tierra. Y tras ensoñar escuché una voz que me dijo: Has ganado una corona, lúcela es tu victoria.

miércoles, 29 de febrero de 2012

Costernación.

Una madre sufre cuando su hijo pequeño llora. Mas la madre no sufre igualmente cuando comienza a desvelar que los llantos de su hijo no significan todos lo mismo. Así uno es simplemente, por capricho o por antojo, otro por hambre y sed, otro por afirmación y sólo uno único de dolor, el más profundo de todos.
Así la madre protege y cuida a su hijo calmando su llanto.
Así la madre lo adormece, lo provee, lo alimenta,
Así la madre lo arropa.
Pero con el verdadero dolor. ¿Qué ha de hacer una madre?
Llorar pues con su hijo.

viernes, 24 de febrero de 2012

Pergaminos

Y fui llevado a un palacio, de enormes suelos, de paredes blancas y amplias, todo era más puro que el mismo nácar. Parecía reinar el silencio, me encontraba solo, llevado por mis propios pasos anduve hasta un portal enorme. Abriendo enorme portal, salí del palacio y me encontré con cientos de mujeres que danzaban y cantaban al mismo tiempo que lavaban sus ropas en un río que atravesaba por medio de la misma ciudad.
Los niños saltaban y jugaban con el agua, se les veía muy felices. Miles de pétalos adornaban las aguas. Y allí me quedé para disfrutar pues era el gozo de muchos que habían ganado ese lugar.


Cinco iglesias unidas por largos caminos que hacían de puente entre unas y otras, pues todo lo que había debajo era agua, como si de enormes lagos se trataran. Allí, entrando en un palacio una señora vestida de blanco regaba unas flores. Le pregunto por el nombre de las mismas y ella riendo me regala dos, al tiempo que añade, tú sabes para quién son. Dos flores azules preciosas.


Y aparecí en una gran escalera. Corrí escalón arriba para llegar al final, cerca de la cima una señora que se encontraba de espaldas se gira y me llama. Me entrega un anillo. Lo acepto. Me indica que mire en él. En su interior se encontraba un precioso arcoiris. Sus palabras fueron: Has pedido que las cosas cambien.


Y él es alto y fuerte. Posee rasgos indios. Lleva el pelo totalmente rapado por los lados y solo posee una larga cola, del centro hacia abajo, cae como piedra negra. Su cara y pecho están pintados, un trozo de tela recorre la parte inferior de su cuerpo. Él canta y con sus cantos y los espíritus de la noche huyen, así como del canto de los ángeles. Cuando le necesito acude, sino deja que sea yo el que aprenda, siempre siendo cauteloso. Su antecesor me enseñó la técnica del soplo, ahuyentando así a los oscuros. Su presencia impone un gran respeto pero a la vez un gran amor. Su musculatura es fuerte pero más lo es su espíritu. Él conoce los secretos de los animales, y transmitiéndome ese conocimiento allana mi camino. Los animales desvelan el secreto oculto del camino de los que me cruzo, sólo con el simple tacto, pues de ellos procedemos. Cuando es necesario forma un círculo de cánticos y los demás le ayudan. La tierra se levanta y el humo es espeso. Las águilas devoran y los lobos atacan. Nadie puede con la tierra, pues ellos la conocen desde su raíz, por siempre la tierra le estará  agradecidos, pues no hubo generación que conviviera más en armonía respetando y usando sus frutos, dando gracias por cada sacrificio que les aportaban. Honrándola y amándola.
Sucede que no se me muestra siempre para que no cree dependencia con él, puesto  esto desviaría mis propósitos y mi aprendizaje. Sólo cuando sea necesario. Es ley.


Un largo camino, el cielo anaranjado, como si estuviera cerca del mismo sol. Mis ojos sólo veían luz, a ambos lados miles de legiones de ángeles, mucho mayores que el tamaño de los humanos. Grandes trompas sonaban, estremecedoras, se anunciaba la llegada. Las trompas, imponían mucho respeto, como si tronaran los mismos truenos. Allí solo la luz podía pasar. 


Una fuente, con pequeños querubines, bebés con alas. Adornada con un lazo en medio de un jardín de piedra. La fuente de la vida. Daba paso al encuentro de dos almas ya conocidas. Los pequeños se alegraban pues el dilecto que se había pedido estaba apunto de llegar. Sería en un día especial, sería en un cambio de luna, sería apoyado por toda la luz, pues permitiría el río fluir a su verdadero cauce, sin trampas, sin detenimientos, sin prisiones. Se había preparado, pues cerca estaban, las coincidencias eran varias, vuestras almas os llamábáis, al son del sol. Siempre eligiendo, es libre albedrío.









miércoles, 15 de febrero de 2012

¿Te quieres o no te quieres?

Artículo de revista Psicología Práctica.
Las personas que se quieren:

1 Mantienen la paz interior.
2 Dicen "no" cuando necesitan decirlo y perdonan cuando es necesario.
3 Expresan sus emociones sin dejar que éstas les controlen.
4 Tienen siempre un motivo para vivir.
5 Asumen pequeños riesgos, aunque parezcan temibles.
6 Se preocupan por lo demás saludablemente, con el fin de ayudarles a asumir sus propias responsabilidades.
7 Dan muy pocos consejos, más bien preguntan: ¿Qué vas a hacer al respecto?
8 Se enfrentan directamente a los problemas en ves de intentar evitarlos o rodearlos.
9 Mantienen contacto con personas mentalmente saludables que les ayuden a crecer interiormente.


Las personas que no se quieren:

1 Arrastran los pies para que sean los demás los que decidan por ellos.
2 Dicen "sí" para complacer a los demás cuando realmente quieren decir "no".
3 Dejan que los demás les manipulen a través de la culpabilidad.
4 Hacen sólo aquellas cosas en las que se sienten cómodos.
5 Dependen de cosas externas como el aspecto, la ocupación o el estatus social para sentirse bien.
6 Se aislan.
7 No contemplan alternativas en lo que piensan, dicen o hacen.
8 Culpabilizan y se culpabilizan de todo.
9 Piensan que la vida debería ser buena y justa.
10 Son reactivas y se consideran víctimas.
11 Toman todo como algo personal.