martes, 8 de noviembre de 2011

Apofonía

"Si alguien piensa que debe morir para alcanzar el cielo, es poco menos que un loco."


Voy a contaros algo que he descubierto recientemente, siempre intentando que lo que "yo sé" llegue a todos.
Debido a las creencias que traemos del Cristianismo, la gente piensa que el cielo existe, pero que se alcanza como un premio después de morir; por todo lo que has hecho, como si de un trofeo se tratase.
 Por otro lado, están los orientales, que creen en la reencarnación, entonces todos los males los achacan al mal karma, o simplemente no se preocupan, porque ya tendrán otra vida para solucionar cualquier asunto.


Debo deciros que bajo mi experiencia, el cielo existe, y se puede acceder a él, estando vivos, no es necesario morir.


Es más co-existimos al mismo tiempo. Era algo que yo no terminaba de encajar, pues cuando veía las almas de las personas que están vivas además de las de los muertos, allá, en ese otro plano, me descentraba. Decía vale: ¿Si no están muertos por qué les veo aquí?
He comprendido pues, que son dos realidades alternativas, iguales, pero con diferentes tipos de aprendizaje. Lo siempre dicho: "Como es arriba es abajo", no es más que eso.


Ese ser tuyo, alma o como quieras llamarle siempre está ahí, en ese otro plano, lo que se permite de tí, para poder encajar ese apredizaje a su esencia. Un aprendizaje que tú has elegido antes de co-crear. Cuando mueres, simplemente tu ser sigue aprendiendo, independientemente de tu cuerpo.


El hombre en el plano de las formas, osea esto, la vida, lo que conoces, tiene una forma de aprender y es creando experiencias. Experiencias que él mismo se impone. ¿Y te preguntarás cómo? Pues a través del pensamiento. El pensamiento es la forma de crear en la Tierra, al menos la más importante. El hombre a través del pensamiento reclama y crea, es atracción. Para los que leístes "El Secreto", y lo entendistéis, allí aparece esto de lo que hablo, algo que ya sabía con 13 añitos.


Entonces cuando piensas algo, lo materializas, por lo tanto creas, lo traes a la experiencia, y aprendes. Si estás experimentando cosas que crees que no has pensado, posiblemente las traigas de atrás.
La reencarnación no es un premio, es sólo la decisión de tu alma de seguir experimentando en este plano, si se acaba tu vida y crees que debes seguir viviendo cosas, volverás a reencanarte, sino pasarás a otro plano en el que seguirás tu aprendizaje; pero de otra forma.


Volviendo al tema principal, el cielo. El cielo existe, es otra realidad y a la vez la misma, se puede acceder a él a través de la vibración, del sonido. Todos nos movemos a través de vibraciones, tu cuerpo es vibración, las situaciones son vibraciones, el pensamiento es vibración, las moléculas, los átomos. Entonces si eres capaz de subir tu vibración, elevarte, podrás conectar con eso que llaman cielo.




Hay una oración que hemos repetido como loritos, toda la vida, que en su primera parte expresa lo que he intentado deciros, voy a utilizar los fragmentos para que logréis captar el mensaje.


Padre nuestro que estás en el cielo ( Tu ser, tu alma, está ahí en ese plano, no es un hombre con barba)
Santificado sea tu nombre (Pues tu nombre, es tu manera de conectar con tu ser terrenal, osea el hijo, aquí, tú nombre eres tú el de aquí abajo. Quién va a ser si no, todos te llaman así)
Venga a nosotros tu reino. Es de lo que hablo, que podemos traer el cielo, a la tierra (sin morir)
Hágase tu voluntad aquí en la tierra como en el cielo. ( Que hagas lo que has pensado, lo que ha planeado tu alma.) Hay! Si todos hiciéramos caso a lo que nos dice nuestra alma...


Bueno, hasta aquí esta oración expresa la co-creación, la división alma y cuerpo, como dos entes separados y a la vez unidos. Gracias!