lunes, 16 de abril de 2012

Las flores crecen a ambos lados del jardín. Debes decidir donde regarás para perpetuar su crecimiento. Unas requieren el agua del adviento, las otras del sufrimiento. Tu corazón es libre de elegir que agua depositará. Sabiendo pues que las confluencias son varias y todo llega a todo. Establece con rigor tu camino y síguelo, pues si te adentras en varios lo que recorrerás será mucho, pero el sufrimiento será grande también. Sigue tu crecimiento, aprendes a escuchar a tu alma. Miodoro.

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