viernes, 8 de octubre de 2010

Reacio.

 Y  disculpo tu pálida actitud, tus hechos retomables, dados sin razón...


Expreso mi gratitud constante por ver mi avance tras tu paso, pero no doy mérito alguno a lo que ahora sigues.
Dos tanzas fueron tiradas, mas dos piedras tambíén, suficientes para ver que el triste zonzo no flota en mar.
El que piensa de revés, tiene las de perder, pues no habita amargura no domable en su alma, mas yo la predige, aún no haciendo resuello alguno, siempre afirmé su nato vil. 
Doblarás la mal que ahora haces, lo sé, pero tras tu des, existe un sin.
No ves, no das...
No des, no veas, ya no hace falta, ya nadie espera logros de un locuaz.
Doble traición llevas contigo, la que dotas, y la que debes.
No fraudes más, pues mal consigna te espera.


De la cruz dolor y de tu alma demor.

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