jueves, 30 de septiembre de 2010

Barcas a la mar

Sabe Dios, que el azar no concede a todos por igual, y de ti me alejó...




 Animado pero sin ser, iba yo camino a ti, por la bahía del saber.
Dando saltos, por la triste vida y mirando atrás, pero sin mirar.
El paso conciso de tu andar, mezclando el aroma a sal recuerdan mi larga ginebra.
Ea aquí la causa de mi penuria, el perderte, otra vez.
Mis chirlos aún se ven, y no es dicho por ancianas galanas, es visto en obra marinera, visto en alta mar, visto en catedral y visto en dos.
Triste corazón, amargo por la falta de tacto, dime ya si fue en mar en busca de mí, o cayó pues, en manos de sátiro.

Dame esperanza y esperar...




Se dice que el mar devuelve objeto a todo poseedor...
Aunque de mí te aleje el mar, el remanso llegará.

 .






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