martes, 28 de diciembre de 2010

Ayuntar

"Porque es secular y contraria la idea que todos tenemos sobre el amor."

Para sentir el amor, sólo dejes dejarte llevar, fluir algo de lo que tanta gente parece hablar, y algo tan difícil de hacer. Fluir, ¿qué es fluir?, eso suena a agua. Sí exacto, tu estás compuesto en gran parte por agua, de que te extrañas entonces, debes hacer como ella, fluir.
Para fluir, sólo debes llevar tu mano al pecho y ver, esa sensación que recorre tus venas, tus células, todo tu interior, ese estado es el fluir.
 Es fácil fluir estando en éxtasis, pero lo difícil es fluir estando en quietud.
Para llegar a fluir en quietud, debes sentir, debes no pensar, no pienses ni aquí ni allá, ni antes ni después, ni bien ni mal, ni cúanto ni cómo, ni hasta, ni por qué.
Los contratiempos te alejan del fluir, los pensares también, es muy metódico creer en lo que uno controla pero el fluir se aleja de cualquier regla.
Vayas o vengas el recuerdo de tu existencia, manará solo por ese fluir que será lo llevado a allá. El fluir acumulado en vidas exánime, acompaña al alma lejos de los tiempos y pasará a ser cúmulo de tu hábil.
Por eso encárgate de dejar a tu ser fluir en toda existencia, no le tortures, no le presiones, no le olvides, no le distraigas él, solo él, te dará las pistas adecuadas para manar como un río.
Cuánto más te encargues de permitirte fluir más aprenderás, la tarea de tu existencia. Fluir no es mantener, no es tiempo, es hacer el tiempo oro, no es trasladar es llevar contigo.
No es exigir, acusar o negar, es afirmar, permitir y animar.
Aprende ahora que los prójimos eran sabios por fluyentes aprendidos, no por vislumbrar. Así que no te encargues de lo que no es fin, no eres juez ni atestiguo, no eres dueño ni ley, no eres meta ni causa, eres sólo eres.
No busques indicio ni pugna, sólo necesitas tus propios "mesos" Para hallar tu meso o tu mitad  debes realzar tu parte más beata, tu esencia y dejar atrás tu existencia. Ese término "meso" o medio será el medio que te lleve a experimentar el fluir, esa parte media te ayudará a ver como puedes caminar.
 Ahora la verdad del fluir, de su exilio, de su unanimidad, recae en una verdad, la verdad del ayuntar.


Ayuntar es unir, unir es amar. Amar durante, amar en tiempo, haciendo oro, creando y alimentando, dando volubilidad pero nunca altercando.
Únete, saca la mitad de todo, de los dos, de los dos en dos, de los alrededores, de tu tierra, de tus lazos, de tus genes, saca eso y llévalo al medio ayuntando y fluye.
Sacando el medio concluirás que la verdad del amor que te fue impuesto como ley solo se admite en medio, nunca entero.
Palabra de Dios.























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